CB Villamuriel                                  80 (17+25+17+21)
Canto 5 Filipenses                           39 (12+13+8+6)
 
CB Villamuriel: Sheila Barrera 8, Claudia Diez 9 1t, Amelia de la Cal 4, Laura Guadilla 12, Alicia Román 2, Victoria Calderón 8, Lucia Gala 19, Claudia Sánchez 2, Lucía García 7, Leticia Calleja 2, Elena Alconero 5 1t, Virginia Blanco 2
 
Canto 5 Filipenses: Isabel Benito 5, María González 2,  Mónica Bravo 7, Olivia de Gracia 0, María Negro 10 2t, Paula Antonio 8, María Somarriba 7, Sara Abajo 0, Noa Abajo 0
 
Filipenses aguantó cuarto y medio el poderío de las cerrateñas que fueron imponiendo su ritmo a medida que iba transcurriendo el encuentro gracias a sus rotaciones y al cansancio acumulado en la corta plantilla de las palentinas para imponerse con un claro 80-39 final.
 
En el primer cuarto con las piernas frescas las de Canto 5 comenzaron mandando en el marcador gracias a su buena defensa presionante que propiciaba robos y canastas fáciles al contraataque. Tardaron en entrar en el partido las locales que no encontraban sus normales vias de anotación y se veían sorprendidas por el buen arranque de las colegiales que firmaron un buen primer cuarto.
 
El inicio del segundo periodo aún aguantaron las palentinas pero las de Villamuriel poco a poco empiezan a subir líneas y lo que en el primer cuarto eran buenas decisiones de las jugadoras de Filipenses se tornaron en precipitación, errores y pérdidas de balón ante la presión local que abren brecha en el marcador para irse al descanso con un claro 42-25.
 
En la segunda parte Canto 5 Filipenses no dió el nivel que venía mostrando en los últimos partidos, se perdió en la mala toma de decisiones y no mostró en ningún momento atisbos de mejoría en un partido en el que fué claramente de más a menos.
 
Villamuriel controló los tableros haciendo mucho daño en las segundas y terceras opciones tirando el doble de tiros que su rival en el global del partido y Filipenses desapareció en defensa permitiendo que el final del partido se convirtiera en el lugar ideal de juego para las jugadoras menos habituales de las cerrateñas que apenas tienen oportunidades el resto del año.